La cirugía de catarata es un procedimiento oftalmológico que reemplaza el cristalino opaco del ojo por un lente intraocular artificial transparente. Las cataratas se forman de manera natural con la edad y provocan visión borrosa, deslumbramiento y dificultad para ver de noche. La cirugía es el único tratamiento efectivo para eliminarlas y recuperar la claridad visual. En Monterrey, es uno de los procedimientos más realizados, con una alta tasa de éxito y seguridad.
Durante la cirugía, se utiliza una técnica llamada facoemulsificación. A través de una pequeña incisión, el cirujano aplica ultrasonido para fragmentar y retirar la catarata. Posteriormente, se coloca un lente intraocular (LIO) que sustituye al cristalino natural. Estos lentes pueden ser monofocales, multifocales o tóricos, ofreciendo la posibilidad de reducir la dependencia de lentes después de la cirugía. Todo el procedimiento dura menos de 30 minutos y no requiere hospitalización.
Se recomienda este procedimiento a pacientes que presentan:
Además de la presencia de catarata, el especialista evalúa la salud ocular en general. Se revisan condiciones como glaucoma, degeneración macular o enfermedades de la córnea que puedan afectar los resultados. También se consideran las expectativas visuales del paciente y la elección del tipo de lente intraocular más adecuado para sus necesidades y estilo de vida.
En la valoración inicial, el oftalmólogo realizará un examen ocular completo que incluye revisión con lámpara de hendidura, medición de la agudeza visual y pruebas de refracción. Además, se llevarán a cabo estudios como biometría y topografía corneal para calcular con precisión el tipo y poder del lente intraocular a implantar. Durante la consulta, se explican los beneficios, riesgos y opciones disponibles para que el paciente pueda tomar una decisión informada.
El día de la cirugía, el paciente debe acudir acompañado y en ayuno ligero, según las indicaciones del médico. Se aplican gotas antibióticas unos días antes para prevenir infecciones. Es importante suspender el uso de maquillaje o cremas en el área de los ojos. El equipo médico dará instrucciones detalladas, incluyendo el ajuste temporal de medicamentos sistémicos en caso de ser necesario.
Tras aplicar anestesia local en gotas, el cirujano realiza una microincisión en la córnea. A través de ella, se introduce un equipo de ultrasonido que fragmenta y aspira el cristalino opaco. Después, se coloca cuidadosamente el lente intraocular seleccionado. La incisión es tan pequeña que no requiere suturas y cicatriza de manera natural. Todo el procedimiento se completa en menos de media hora y el paciente puede regresar a casa el mismo día.
Entre los principales beneficios destacan:
La mayoría de los pacientes notan mejoría visual en las primeras 24 a 48 horas. Durante los primeros días se indican gotas antibióticas y antiinflamatorias para favorecer la cicatrización. Se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos, frotarse los ojos o nadar hasta recibir autorización médica. Aunque la recuperación completa puede tomar algunas semanas, la mayoría de las personas retoman sus actividades normales rápidamente.
El seguimiento incluye revisiones al día siguiente de la cirugía, a la semana y al mes. Estas consultas son esenciales para verificar la correcta cicatrización, ajustar el tratamiento con gotas y evaluar la adaptación al lente intraocular. Cumplir con este esquema de citas garantiza resultados óptimos y la detección temprana de cualquier complicación.
No, se utiliza anestesia local en gotas.
Sí, la catarata no regresa una vez retirada.
Generalmente en pocos días, según la recuperación individual.
Como todo procedimiento, hay riesgos mínimos, pero con un especialista certificado son muy poco frecuentes.
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