La cirugía refractiva es un conjunto de procedimientos oftalmológicos diseñados para corregir problemas de visión como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. Su objetivo principal es reducir o eliminar la dependencia de lentes de armazón o de contacto, brindando mayor comodidad y calidad visual. Existen diferentes técnicas de cirugía refractiva, entre ellas LASIK, FEMTOLASIK y PRK, que se adaptan a las necesidades y características de cada paciente.
Todos los procedimientos de cirugía refractiva actúan modificando la forma de la córnea o reemplazando el cristalino para mejorar la forma en que la luz entra al ojo y se enfoca en la retina. Dependiendo de la técnica, se utiliza un láser excimer, un láser de femtosegundo o un lente intraocular especial. La elección de la técnica depende de factores como el grosor corneal, la edad del paciente y la presencia de enfermedades oculares asociadas.
Generalmente son buenos candidatos los pacientes que presentan:
El especialista también evaluará la historia clínica general, la presencia de enfermedades autoinmunes, la calidad de la lágrima y la salud ocular en conjunto. Pacientes con queratocono, córneas muy delgadas o antecedentes de infecciones oculares pueden requerir tratamientos alternativos como lentes intraoculares fáquicos o cirugía de lente intraocular premium.
En la consulta se realizan estudios avanzados como topografía y paquimetría corneal, mapeo de la superficie ocular y examen completo de la salud visual. El especialista explicará en detalle las diferentes técnicas de cirugía refractiva y cuál es la más adecuada según tu caso, resolviendo todas tus dudas.
El paciente deberá suspender el uso de lentes de contacto antes de la valoración y la cirugía. También se recomienda acudir sin maquillaje ocular y seguir las indicaciones médicas sobre el uso de gotas o medicamentos previos. En algunos casos se solicitan estudios de sangre o evaluación sistémica previa, especialmente en pacientes con enfermedades crónicas.
LASIK / FEMTOLASIK: remodelación de la córnea con láser tras levantar un colgajo corneal.
PRK: eliminación del epitelio corneal y remodelación directa de la superficie.
Lentes intraoculares fáquicos o premium: colocación de un lente artificial para corregir la visión en pacientes no aptos para láser.
Todos los procedimientos son ambulatorios y se realizan bajo anestesia en gotas.
Entre los principales beneficios destacan:
La recuperación varía según la técnica. En LASIK y FEMTOLASIK, la visión mejora en 24–48 horas. En PRK, el proceso es más gradual y puede tardar varias semanas. En cirugía de lente intraocular, los resultados suelen ser inmediatos pero requieren seguimiento. En todos los casos, se recomienda reposo relativo los primeros días, uso de gotas recetadas y evitar actividades que expongan al ojo a infecciones o traumatismos.
El éxito de la cirugía depende del cumplimiento del esquema de revisiones posteriores. Se suelen programar consultas al día siguiente, a la semana, al mes y luego a los tres meses para asegurar una correcta cicatrización y estabilidad visual.
No, se realiza con anestesia en gotas.
Sí, aunque la graduación puede cambiar con la edad.
Depende de tu anatomía ocular y estilo de vida.
El riesgo de complicaciones graves es extremadamente bajo cuando se realiza con un especialista certificado.
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